Técnica del hisopo:
corta los extremos de algodón de un hisopo para crear un pequeño tubo de plástico. Luego, pasa un alambre fino o una cerda de escoba a través de él para formar un pequeño gancho. Usa este gancho para pasar el hilo a través del ojo de la aguja.
Humedecer el hilo
Este es uno de los trucos más habituales: humedecer ligeramente el extremo del hilo con agua o saliva. Esto ayuda a que las fibras se adhieran entre sí, lo que facilita el enhebrado de la aguja, sobre todo cuando el hilo tiende a deshilacharse.
Método de doblado de papel o tela
Corte un trozo pequeño de papel o tela fina, dóblelo por la mitad y coloque el hilo dentro del pliegue. Luego, pase el borde doblado del papel o la tela por el ojo de la aguja. Una vez que haya atravesado el pliegue, el hilo seguirá el hilo sin problemas.
Estas ingeniosas técnicas caseras, transmitidas de generación en generación, muestran el ingenio y la inventiva de nuestras abuelas. No solo hacen que enhebrar una aguja sea mucho más fácil, sino que también nos conectan con una antigua tradición de costura.
Así que, la próxima vez que tengas dificultades para enhebrar tu aguja, prueba uno de estos métodos y experimenta la sabiduría del pasado en tu propia costura.