Paso 2: Cocina las papas y la cebolla
En una sartén grande, calienta abundante aceite de oliva a fuego medio.
Añade las papas y la cebolla al aceite caliente, sazonándolas con sal. Cocina a fuego medio-bajo, revolviendo ocasionalmente, hasta que las papas estén tiernas pero no doradas (unos 15-20 minutos).
Una vez listas, escurre las papas y la cebolla en un colador para retirar el exceso de aceite. Reserva el aceite para reutilizarlo.
Paso 3: Mezcla los huevos
En un bol grande, bate los huevos con una pizca de sal hasta que estén espumosos.
Incorpora las papas y la cebolla cocidas a los huevos batidos. Mezcla suavemente para que las papas queden bien impregnadas.
Deja reposar la mezcla unos 10 minutos para que las papas absorban el huevo.
Paso 4: Cocina la tortilla
En una sartén antiadherente (de unos 24 cm de diámetro), calienta 2-3 cucharadas del aceite reservado a fuego medio.
Vierte la mezcla de huevo, papas y cebolla en la sartén. Cocina a fuego medio-bajo durante unos 5-7 minutos, o hasta que los bordes comiencen a cuajarse.
Con cuidado, coloca un plato grande sobre la sartén y voltea la tortilla para cocinarla del otro lado.
Desliza la tortilla de nuevo en la sartén y cocina por otros 3-5 minutos, hasta que alcance el punto de cocción deseado (más jugosa o completamente cuajada, según tu gusto).
Presentación
Deja enfriar ligeramente antes de servir.
Puedes disfrutarla caliente, tibia o incluso fría. Acompaña con una ensalada, pan fresco o simplemente sola como tapa.
Consejo:
El secreto de una buena tortilla está en usar aceite de calidad y controlar la cocción para que quede jugosa por dentro y dorada por fuera.
¡Buen provecho!