Derretir el chocolate:
Derrite el chocolate negro al baño maría o en el microondas en intervalos de 30 segundos, removiendo hasta que esté suave. Deja enfriar ligeramente.
Batir la mantequilla y el azúcar:
En un bol grande, bate la mantequilla con la mitad del azúcar hasta que esté suave y esponjosa. Luego, añade las yemas de huevo una a una, batiendo bien después de cada adición. Incorpora el chocolate derretido y mezcla bien.
Montar las claras a punto de nieve:
En otro bol, bate las claras de huevo hasta que se formen picos suaves. Añade el resto del azúcar y sigue batiendo hasta obtener picos firmes.
Incorporar la harina y las claras:
Tamiza la harina y el polvo de hornear sobre la mezcla de chocolate, y mezcla suavemente con una espátula. Luego, incorpora las claras montadas con movimientos envolventes para mantener la ligereza.
Hornear el bizcocho:
Vierte la mezcla en el molde preparado y hornea durante 35-40 minutos, o hasta que un palillo salga limpio. Deja enfriar en el molde durante 10 minutos, luego desmolda y coloca el bizcocho sobre una rejilla para que se enfríe completamente.
Montar la tarta:
Cortar el bizcocho:
Una vez frío, corta el bizcocho en dos capas horizontales.
Rellenar con mermelada de albaricoque:
Calienta ligeramente la mermelada de albaricoque para que sea más fácil de untar. Extiende una capa generosa de mermelada sobre la primera capa de bizcocho y coloca la segunda capa encima. Puedes untar una fina capa de mermelada sobre la superficie de la tarta para ayudar a que la cobertura de chocolate se adhiera mejor.
Preparar la cobertura de chocolate:
Calentar la nata:
En una cacerola pequeña, calienta la nata a fuego medio hasta que esté a punto de hervir. Retírala del fuego y añade el chocolate troceado y la mantequilla. Deja reposar un minuto y luego mezcla hasta obtener una cobertura suave y brillante.
Cubrir la tarta:
Coloca la tarta sobre una rejilla con una bandeja debajo para recoger el exceso de chocolate. Vierte la cobertura de chocolate sobre la tarta y usa una espátula para cubrirla de manera uniforme, dejando que el chocolate caiga por los lados.
Servir:
Dejar enfriar y disfrutar:
Deja que la cobertura se endurezca a temperatura ambiente o refrigera la tarta unos 30 minutos antes de cortarla. La Tarta Sacher se suele servir acompañada de una porción de crema batida sin azúcar para equilibrar el sabor intenso del chocolate.