Preparación
1. En un tazón grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal.
2. En un tazón pequeño, combina la levadura seca activa con la leche tibia y el agua tibia. Deja reposar durante unos minutos hasta que la mezcla esté espumosa.
3. Agrega la mezcla de levadura, la mantequilla derretida y el huevo a los ingredientes secos. Mezcla bien hasta obtener una masa suave.
4. Amasa la masa en una superficie ligeramente enharinada durante unos 5-7 minutos, hasta que esté suave y elástica.
5. Coloca la masa en un tazón engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y deja que la masa repose en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.
6. Una vez que la masa haya aumentado de tamaño, extiéndela en una superficie enharinada formando un rectángulo.
7. Unta la mantequilla derretida sobre la masa extendida y esparce uniformemente el azúcar moreno y la canela.
8. Enrolla la masa desde uno de los lados más largos para formar un cilindro. Corta el cilindro en rodajas de aproximadamente 2-3 cm de grosor.
9. Coloca las rodajas en un molde para hornear engrasado, dejando algo de espacio entre ellas para que puedan expandirse.
10. Cubre el molde con un paño húmedo y deja que los rolls reposen nuevamente en un lugar cálido durante unos 30-45 minutos.
11. Precalienta el horno a 180°C (350°F).
12. Hornea los cinnamon rolls en el horno precalentado durante 20-25 minutos, o hasta que estén dorados.
13. Mientras se hornean los rolls, prepara el glaseado mezclando el azúcar glas, la leche y el extracto de vainilla hasta obtener una mezcla suave.
14. Una vez que los rolls estén listos, sácalos del horno y deja que se enfríen ligeramente antes de glasearlos con la mezcla de glaseado.
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