Introducción
El queso fresco es un tipo de queso suave y delicioso que se utiliza en una amplia variedad de recetas, especialmente en la cocina latinoamericana y mediterránea. Su textura tierna y su sabor suave lo convierten en un ingrediente versátil, ideal para disfrutarlo solo, en ensaladas, o como acompañamiento de diversos platos. En esta receta, aprenderás a preparar queso fresco en casa con solo tres ingredientes básicos: leche, vinagre o jugo de limón, y sal. Este queso no requiere cultivos especiales ni equipo complejo, por lo que es ideal para principiantes.
Descripción General de la Receta
Esta receta de queso fresco es sencilla y rápida de hacer. Con leche fresca, un poco de ácido como vinagre blanco o jugo de limón, y sal, puedes preparar un queso suave en menos de una hora. No solo es una opción económica, sino también libre de conservantes y aditivos, y puedes personalizarlo a tu gusto agregando hierbas o especias para variar su sabor.
Origen e Historia del Queso Fresco
El queso fresco tiene sus raíces en diversas culturas que han elaborado quesos desde la antigüedad, usando métodos sencillos y naturales. Este tipo de queso es especialmente popular en América Latina, donde se utiliza en múltiples preparaciones tradicionales. Su origen se relaciona con las técnicas de cuajado natural que se empleaban antes del uso de cultivos lácticos modernos, lo que lo convierte en un queso de sabor fresco y directo.
Ingredientes:
- 1 litro de leche (entera o parcialmente descremada)
- 1/4 taza de vinagre blanco o jugo de limón
- 1 cucharadita de sal
Instrucciones:
1. Calentar la leche:
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- Vierte el litro de leche en una olla grande.
- Calienta la leche a fuego medio, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo de la olla. Lleva la leche a una temperatura cercana al punto de ebullición, aproximadamente 85°C, si cuentas con un termómetro de cocina.
- Cuando comience a hacer burbujas alrededor de los bordes, retira la olla del fuego.
