1. Haz la corteza:
En un tazón mediano, combina las migas de galleta graham, la mantequilla derretida y el azúcar granulado. Presiona la mezcla uniformemente en el fondo de un plato de hornear de 9×13 pulgadas. Coloca en el refrigerador para enfriar mientras preparas el relleno.
2. Prepara el relleno:
En un gran tazón de mezcla, bate el queso crema suavizado y la mantequilla hasta que sea suave y cremoso. Añade gradualmente el azúcar en polvo y sigue latiendo hasta que esté bien combinado. Pliegue en la piña aplastada drenada, mezclándose suavemente hasta que se distribuya uniformemente.
3. Ensambla el postre:
Esparce el relleno de piña sobre la corteza de galleta graham fría, alisando la parte superior con una espátula. Difunde la cubierta batida sobre el relleno en una capa par.
4. Relajar:
Cubre y refrigerar el postre durante al menos 4 horas o durante la noche para establecerlo completamente.
5. Servir:
Cortar en cuadrados y servir frío. Puedes adornar con galletas graham extra trituradas, trozos de piña o un chispeo de coco tostado si quieres.
💡 Consejos
– Drenando la piña:
Asegúrate de drenar muy bien la piña triturada para evitar que el postre se vuelva agua. Presiona cualquier exceso de líquido con una toalla de papel si es necesario.
– Adelante:
Este postre se hace mejor con un día de antelación para permitir que los sabores se fudan y las capas se fijan.
– Variantes:
Añade coco desmenuzado o nueces picadas a la corteza para extra textura y sabor.
Disfruta de este postre de piña de ensueño y sin hornear que es perfecto para cualquier ocasión, ¡desde barbacoas en el patio trasero hasta reuniones navideñas!