1. En un tazón, mezcla la harina, sal, pimienta, ajo en polvo, cebolla en polvo y pimentón dulce.
2. Sumerge cada pieza de pollo en el buttermilk o leche, asegurándote de cubrir bien cada parte.
3. Luego, pasa las piezas de pollo por la mezcla de harina, asegurándote de que queden bien cubiertas.
4. Calienta suficiente aceite en una freidora o sartén profunda a 180°C (350°F).
5. Fría las piezas de pollo en el aceite caliente por aproximadamente 12-15 minutos o hasta que estén doradas y cocidas por dentro. Asegúrate de no llenar demasiado la sartén, para que el pollo se cocine uniformemente.
6. Retira el pollo frito y colócalo sobre papel toalla para eliminar el exceso de aceite.
7. Sirve caliente acompañado de tus salsas o guarniciones favoritas.
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