Directrices:
En un bol, pon las yemas de huevo.
Agrega el azúcar y la cucharadita de extracto de vainilla a las yemas de huevo.
Con un batidor de mano, bata las yemas de huevo con el azúcar y el extracto de vainilla hasta que estén suaves y esponjosas.
Agrega la mitad de la leche y revuelve para mezclar los ingredientes.
Agregue la harina y mezcle bien hasta que quede suave.
Agrega el resto de la leche y vuelve a mezclar.
Coloque las natillas resultantes en la estufa a fuego lento y cocine durante 5-7 minutos, revolviendo constantemente, hasta que espese.
Vierta la crema caliente en un recipiente de vidrio, cúbrala con una envoltura de plástico y déjela enfriar en el refrigerador.
Una vez enfriado, añadimos la nata montada a las natillas y mezclamos suavemente con una espátula, haciendo movimientos de abajo hacia arriba.
Extienda la hoja de hojaldre sobre una superficie de trabajo.
Corta el hojaldre en 12 tiras con un cuchillo multiusos.
Envuelva cada tira de hojaldre alrededor de un molde de croissant, superponiendo ligeramente las capas.
Coloque los croissants en una bandeja para hornear forrada con papel de hornear y úntelos con un poco de crema o un huevo batido.
Hornea los croissants en un horno precalentado a 200°C durante 15-20 minutos, hasta que estén dorados.
Una vez cocidos, déjalos enfriar por completo.
Rellena cada croissant con la mezcla de natillas y nata montada con una manga pastelera, asegurándote de llenar generosamente ambos lados de los croissants.
Coloca los croissants en un plato y decora con azúcar glas.
¡Tus croissants de natillas están listos para ser disfrutados!