Ingredientes:
500 g de harina de trigo
325 ml de agua tibia
10 g de sal
7 g de levadura seca (o 25 g de levadura fresca)
1 cucharadita de azúcar
2 cucharadas de aceite de oliva
Instrucciones:
Activar la levadura: En un bol pequeño, mezcla el agua tibia con el azúcar y la levadura. Deja reposar durante unos 10 minutos hasta que la mezcla se vuelva espumosa.
Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, coloca la harina y la sal. Haz un hueco en el centro.
Añadir los líquidos: Vierte la mezcla de levadura activada y el aceite de oliva en el hueco de la harina. Comienza a mezclar con una cuchara de madera o con las manos.
Amasar la masa: Coloca la masa sobre una superficie plana y limpia. Amasa durante unos 10 minutos hasta que la masa sea suave, elástica y no se pegue a las manos. Si es necesario, añade un poco más de harina, pero con moderación.
Dejar reposar: Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente enharinado. Cubre con un paño limpio y húmedo. Deja reposar durante 1-2 horas o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
Formar la pizza: Una vez que la masa haya reposado, sácala del bol y colócala sobre una superficie enharinada. Estírala con las manos o un rodillo hasta obtener el tamaño y forma deseada.