Hojaldre de jamón y queso

Agréguelo a una tabla de charcutería para obtener un aperitivo elegante.
Disfrútelo como refrigerio con una taza de té o café.
Sirva junto con huevos revueltos para un desayuno abundante.
Consejos de cocina

Mantenga la masa de hojaldre refrigerada hasta que esté lista para usar para obtener mejores resultados.
Utilice papel pergamino para evitar que se pegue y facilitar la limpieza.
Para darle más sabor, agregue hierbas frescas como tomillo o romero al relleno.
Utilice queso cheddar fuerte o gruyère para obtener un sabor a queso más intenso.
Evite llenar demasiado para evitar que los pasteles se derramen durante la cocción.
Beneficios nutricionales

Rico en proteínas procedentes del jamón y el queso.
Fuente de calcio del queso.
La masa de hojaldre aporta una textura hojaldrada satisfactoria.
Información dietética

Contiene gluten, lácteos y carne.
Opción vegetariana: Reemplaza el jamón por espinacas o champiñones salteados.
Información nutricional (por pastel)

Calorías: 250
Proteína: 10 g
Carbohidratos: 15 g
Grasa: 16 g
Fibra: 1 g
Almacenamiento

Refrigere las sobras en un recipiente hermético por hasta 3 días.
Vuelva a calentar en el horno a 350 °F (175 °C) durante 5 a 7 minutos para restaurar la textura crujiente.
Por qué te encantará esta receta

Rápido y fácil de preparar con ingredientes mínimos.
Personalizable con tus quesos y carnes favoritas.
Perfecto para cualquier ocasión, desde aperitivos informales hasta reuniones formales.
Apto para niños y garantizado para complacer a los comensales más exigentes.
Conclusión
Estos hojaldres de jamón y queso son un postre sencillo pero sofisticado, perfecto para cualquier momento del día. La combinación de hojaldre, jamón sabroso y queso derretido siempre es un éxito. Con un mínimo esfuerzo y un máximo sabor, ¡esta receta es una que querrás hacer una y otra vez!

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