Incorporar la mantequilla:
Añade los cubos de mantequilla fría a la harina. Usa tus dedos o un cortador de masa para trabajar la mantequilla en la harina hasta que la mezcla tenga una textura arenosa con trozos de mantequilla del tamaño de guisantes.
Añadir el agua:
Agrega el agua fría poco a poco, mezclando suavemente hasta que la masa empiece a unirse. Es posible que no necesites toda el agua, así que añádela gradualmente.
Formar la masa:
Junta la masa en una bola y envuélvela en film transparente. Refrigera durante al menos 30 minutos para que se enfríe y sea más manejable.
Estirar y plegar:
En una superficie ligeramente enharinada, estira la masa en un rectángulo grande. Luego, dobla un tercio de la masa hacia el centro y el otro tercio sobre este (como una carta). Gira la masa 90 grados y repite el proceso de estirado y plegado dos veces más. Esto crea las capas características del hojaldre.
Refrigerar nuevamente:
Después de los pliegues, envuelve la masa nuevamente en film transparente y refrigera por al menos 30 minutos antes de usarla.
Usar la masa:
Ahora está lista para ser utilizada en tus recetas de hojaldre, como croissants, pasteles, o empanadas.
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Espero que te encante 
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