Lava bien los tomates, el pimiento y el pepino. La limpieza es esencial para que el gazpacho sea fresco y sin impurezas.
Pela el pepino parcialmente, dejando algunas tiras de piel si deseas un toque de textura.
Corta los tomates en trozos grandes, sin quitar las semillas.
Retira el tallo y las semillas del pimiento y córtalo en trozos.
Pela y corta la cebolla y los dientes de ajo en trozos grandes para facilitar el triturado.
2. Remojar el Pan
Coloca el pan en un recipiente y añade un poco de agua para que se empape. Déjalo reposar unos minutos hasta que esté bien blando.
Escurre el pan para eliminar el exceso de agua, pero que quede húmedo, lo cual ayudará a espesar y dar cuerpo al gazpacho.
3. Triturar los Ingredientes
En una licuadora o procesador de alimentos, añade los tomates, pimiento, pepino, cebolla, ajo y el pan remojado.
Tritura bien hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Este paso es fundamental para obtener una textura fina.
4. Añadir Aceite, Vinagre y Sal
Con la licuadora aún en marcha, agrega poco a poco el aceite de oliva virgen extra. Esto emulsiona el gazpacho y le da una textura más cremosa.
Incorpora el vinagre de Jerez y la sal. Es importante ir ajustando estos ingredientes al gusto, probando y equilibrando los sabores según tu preferencia.
Si la mezcla está demasiado espesa, añade un poco de agua fría para lograr la consistencia deseada.
5. Pasar por el Colador (opcional)
Para obtener un gazpacho de textura muy fina y sin restos de piel o semillas, pasa la mezcla por un colador o tamiz.
Utiliza una espátula o cuchara para presionar y extraer todo el jugo, dejando atrás cualquier resto de sólido.
6. Enfriar en el Refrigerador
Vierte el gazpacho en una jarra o recipiente y refrigera durante al menos 2 horas antes de servir. El gazpacho debe estar muy frío para que sea refrescante y agradable.
7. Servir y Decorar
Sirve el gazpacho en vasos o tazones. Puedes añadir cubitos de hielo si quieres un extra de frescura.
Decora con los ingredientes de la guarnición, como picatostes, dados de pimiento, pepino, tomate, huevo duro o jamón serrano, según prefieras.
Rocía un chorrito adicional de aceite de oliva virgen extra para realzar el sabor.
