2. Una vez reposada, divide la masa en bolitas del tamaño de una pelota de golf (aproximadamente).
3. Con la ayuda de un rodillo, estira cada bolita de masa sobre una superficie enharinada, formando discos delgados de aproximadamente 10-12 cm de diámetro.
4. Coloca una porción de queso en el centro de cada disco. Asegúrate de no sobrecargar el relleno para evitar que las empanadas se abran al freír.
5. Dobla los discos por la mitad, formando una media luna. Presiona bien los bordes con los dedos y luego sella usando un tenedor para asegurarte de que no se abran durante la fritura.
6. En una sartén profunda, calienta suficiente aceite a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente, fríe las empanadas por tandas, hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados (unos 2-3 minutos por lado).
7. Retira las empanadas fritas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sirve calientes y disfruta.
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