Dulces crujientes de hojaldre ¡sin horno!

 

  1. Prepara el almíbar

    Mezcla el agua en un cazo junto con el azúcar y la piel de naranja. Calienta la mezcla y cuando empiece a hervir, cuece el almíbar un par de minutos más. Pasado el tiempo, retira el cazo del fuego, y reserva el almíbar.

  2. Prepara la masa

    Mezcla la harina con la sal y el azúcar. Agrega la mantequilla a temperatura ambiente, y mezcla con las manos hasta que la mantequilla quede bien integrada. Puedes hacerlo frotando con las manos. Vierte la esencia de vainilla y la leche poco a poco mientras sigues amasando hasta obtener una masa homogénea.

  3. Trabaja la masa

    Pasa la masa a la encimera, y amasa unos 3 minutos haciendo un rulo. Corta el rulo en 4 porciones y forma 4 rulos más. Reboza cada uno de los rulos por maicena, retira el exceso de harina, y envuélvelos con film transparente para dejarlos reposar durante 15 o 20 minutos.

  4. Forma los dulces

    Espolvorea la encimera con harina de maíz y estira el rulito con ayuda del rodillo hasta obtener un rectángulo de masa muy fina. Retira el exceso de maicena de la masa, y enrolla el rectángulo de masa. Antes de cerrarlo del todo, humede el borde con agua para que quede bien sellado. Repite el proceso hasta terminar la masa. Coloca los rulitos con el cierre hacia abajo y presiona con el rodillo para aplastar y estirar cada rulito hasta que quede plano. Corta en diagonal el rulito para obtener dulces individuales.

  5. Fríe los dulces

    Calienta abundante aceite y coge cada rulito por los extremos para moverlos y que se abran sus capas interiores al freírlos. Fríe los rulitos por tandas unos minutos hasta que queden dorados.

  6. Baña los dulces

    Retira la piel de naranja del almíbar, y baña los rollitos para que se impregnen. Para que no te quemes, utiliza unas pinzas.

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