Preparación
Primero, prepará el caramelo. En una cacerola pequeña, poné el azúcar junto con las tres cucharadas de agua, asegurándote de que el azúcar esté bien empapado. Calentá a fuego medio sin revolver, pero moviendo un poco la cacerola para que el azúcar se derrita de manera uniforme. Cuando tenga un color dorado, vertelo sobre el molde que vas a usar para el flan, cubriendo bien el fondo.
Luego, en un bol grande, batí los huevos con un tenedor hasta que estén bien integrados. Agregá el azúcar, la leche y las galletas María. Con una batidora de mano, procesá todo hasta que quede una mezcla bien homogénea y sin grumos. Verté esta mezcla en el molde ya caramelizado.
A continuación, poné el molde con la mezcla dentro de una sartén grande y agregá agua en la sartén hasta que llegue a unos 3 cm de altura, para cocinarlo a baño maría. Tapá el molde con papel aluminio y luego cerrá bien la sartén con su tapa. Cuando el agua empiece a hervir, bajá el fuego y cociná a fuego lento durante 20 minutos.
Una vez cocido, retiralo del fuego, dejá que se enfríe a temperatura ambiente y, mientras se enfría, mantenelo cubierto con el papel aluminio para que no se seque la superficie. Luego, pasalo a la heladera y dejalo reposar durante toda la noche para que tome buena consistencia.
Al día siguiente, retiralo de la heladera y con cuidado desmoldalo sobre un plato. El caramelo va a cubrir la superficie del flan, dándole ese brillo espectacular. ¡Ya está listo para disfrutar!
Consejos:
¿Puedo usar otro tipo de galletas?
¡Por supuesto! Si no tenés galletas María, podés optar por otras galletas que tengas a mano, solo que cambian un poco el sabor. También podés usar el molde que prefieras, no hace falta uno específico para flan.
Esta receta de flan de galletas María sin horno es ideal para esos días donde buscás un postre casero y fácil, pero con mucho sabor. ¡Probalo y seguro lo vas a repetir!
