Tostar las nueces: En una sartén a fuego medio, tostar las nueces durante unos 5 a 7 minutos, revolviendo con frecuencia hasta que desprendan un aroma fragante y estén ligeramente doradas. Dejar enfriar.
Batir la mantequilla y el azúcar: En un tazón grande, batir la mantequilla y el azúcar hasta que queden suaves y esponjosos (aproximadamente de 3 a 4 minutos).
Agregar los huevos y la vainilla: Agregar los huevos de a uno por vez, batiendo bien después de cada adición. Mezclar con el extracto de vainilla.
Combine los ingredientes secos: en un recipiente aparte, mezcle la harina, el polvo para hornear y la sal.
Alterne ingredientes secos y húmedos: agregue gradualmente los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla, alternando con el suero de leche, comenzando y terminando con la mezcla de harina. Revuelva hasta que se combinen.
Incorpore las nueces pecanas: incorpore suavemente las nueces pecanas tostadas a la masa.
Hornee: vierta la masa en el molde preparado y alise la superficie. Hornee durante 60 a 70 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
Enfríe: deje que el pastel se enfríe en el molde durante 10 a 15 minutos antes de transferirlo a una rejilla para que se enfríe por completo.
¡Disfrute de este clásico y rico pastel de mantequilla y nueces pecanas con una taza de café o té!