Colado:
Utilice un colador de malla fina para separar las flores del líquido. Puede utilizar una tela de muselina para colar si desea un jarabe más claro.
Exprima bien las flores para extraer todo el líquido posible.
Añadir azúcar y limón:
Regrese el líquido colado a la olla.
Añada el azúcar al líquido y remueva bien hasta que se disuelva por completo.
Si desea un toque cítrico, añada el jugo de un limón.
Cocción final:
Lleve la mezcla a ebullición nuevamente y luego reduzca el fuego para dejarla hervir a fuego lento.
Cocine a fuego lento durante aproximadamente 1-2 horas, removiendo ocasionalmente, hasta que la mezcla espese y tenga la consistencia de un jarabe.
Tenga cuidado de no cocinarlo demasiado tiempo para evitar que se caramelice.
Envasado:
Mientras el jarabe aún esté caliente, viértalo en frascos de vidrio esterilizados.
Cierre bien los frascos y deje enfriar a temperatura ambiente.
Una vez enfriado, guarde los frascos en el refrigerador. El jarabe de diente de león puede durar varios meses si se almacena adecuadamente.
Usos del jarabe de diente de león:
Endulzante natural: Úselo para endulzar tés, infusiones o limonadas.
Jarabe para panqueques: Rocíelo sobre panqueques, waffles o tostadas para un desayuno saludable.
Remedio natural: Tome una cucharada diaria como suplemento natural, ya que el diente de león tiene propiedades desintoxicantes y antiinflamatorias.
Disfrute de su jarabe de diente de león hecho en casa y aproveche sus múltiples beneficios para la salud.