Si estás buscando un postre sencillo pero satisfactorio que no requiera horno ni harina, esta receta es justo lo que necesitas. Perfecto para cuando quieras preparar algo dulce sin mucha complicación, este postre de leche sin hornear es cremoso, rico y tiene una deliciosa cobertura de coco que añade un poco de textura y sabor. Tanto si tienes invitados como si te das un capricho, este postre te impresionará. Además, está hecho con ingredientes que probablemente ya tengas en tu cocina, lo que lo convierte en una opción práctica para los antojos de última hora.
Receta completa:
Ingredientes:
* 600 g (2,5 tazas) Leche: La base de este postre, la leche proporciona la base cremosa. Puede utilizar leche entera para obtener un sabor más intenso o cualquier alternativa a la leche si prefiere una opción sin lácteos.
* 50 g (4 cucharadas) de azúcar:Endulza el postre lo suficiente sin ser excesivo. Puede ajustar la cantidad de azúcar a su gusto o sustituirla por un edulcorante de su elección para una opción con menos calorías.
* 60 g (0,5 tazas) de maicena:Actúa como agente espesante, dando al postre su consistencia suave, parecida a la del pudin. La maicena es esencial para conseguir la textura adecuada, así que asegúrese de medirla con precisión.
* 2 lonchas de queso:Pueden parecer inusuales en un postre, pero añaden una sutil nota salada que equilibra maravillosamente el dulzor. El queso también contribuye a la cremosidad del plato final.
* Coco rallado:Utilizado para recubrir el postre, el coco rallado añade un agradable crujido y un toque de sabor tropical. Puede tostar ligeramente el coco para darle una capa extra de sabor.
Instrucciones:
1. 1. Preparar la mezcla:
* En una cacerola mediana, combine la leche, el azúcar y la maicena. Batir bien la mezcla para disolver la maicena y el azucar, asegurandose de que no queden grumos. Este paso es crucial para obtener una textura suave y uniforme en el postre final.
2. Cocer la mezcla:
* Poner el cazo a fuego medio, removiendo constantemente. A medida que la mezcla se caliente, irá espesando. Este proceso tarda unos 10 minutos, así que ten paciencia y sigue removiendo para evitar que se formen grumos. Sabrás que está listo cuando alcance una consistencia espesa, como la de un pudin.
3. 3. Añadir el queso:
* Una vez que la mezcla se haya espesado, añade las lonchas de queso. Remover continuamente hasta que el queso se haya derretido por completo y se haya incorporado a la mezcla. El queso le dará al postre una textura extra cremosa y un ligero sabor salado que complementa el dulzor.
4. Enfriar la mezcla:
* Retirar el cazo del fuego y dejar que la mezcla se enfríe ligeramente. Vierta la mezcla en un molde engrasado o en cualquier recipiente de su elección. Utilice una espátula para alisar la parte superior y eliminar cualquier burbuja de aire. Deje que el postre se enfríe a temperatura ambiente antes de cubrirlo con papel film.
5. Enfríe el postre:
* Transfiera el molde al frigorífico y enfríe el postre durante al menos 2 horas, o hasta que esté completamente cuajado. Este paso es importante para que el postre se endurezca y adquiera la consistencia adecuada. Puedes incluso dejarlo toda la noche para obtener mejores resultados.
6. Cubrir con coco rallado:
* Una vez cuajado el postre, desmóldalo con cuidado. Si el postre se pega, puede pasar un cuchillo por los bordes o sumergir brevemente el molde en agua tibia. Una vez desmoldado, pase el postre por coco rallado, asegurándose de que quede uniformemente cubierto por todos los lados. El coco no sólo añade sabor, sino que también le da al postre un aspecto agradable.
7. Servir y disfrutar:
* Cortar el postre en porciones individuales y servir frío. Este postre combina de maravilla con una taza de té o café, lo que lo convierte en un capricho perfecto para cualquier momento del día. La textura cremosa, combinada con el coco crujiente, crea un delicioso contraste que se deshace en la boca.
Consejos para obtener los mejores resultados: