5 formas de saber si un huevo está fresco o podrido

Al igual que los productos frescos como los quesos, los postres, la crème fraîche o incluso los yogures, los huevos pueden tener un olor sospechoso una vez pasada la fecha límite.

Entonces, si notas que el huevo ya pasó su fecha de vencimiento y quieres conservar el producto para consumirlo más adelante, comienza por olerlo.

Los alimentos caducados suelen tener un olor desagradable y no deben consumirse. Pueden haber perdido sus vitaminas y tener un sabor alterado.

Además, los alimentos perecederos tienen una vida útil limitada y pueden resultar peligrosos para la salud si no se respetan las fechas de caducidad. Los huevos caducados, ya sean cocidos o crudos, pueden desprender un olor característico.

Si no puede descifrar la etiqueta y el olor no es suficiente para decirle algo, puede romper el huevo en un bol o ensaladera y olerlo, dice la dietista registrada Taylor Jones. Y si el olor le desagrada, tire el huevo y lave el recipiente con agua caliente.

Si el olor te parece normal, deberás consumir el huevo rápidamente preparando una tortilla por ejemplo.

3. Verifique el aspecto de la carcasa

Tus ojos también pueden ayudarte a identificar si un huevo está vencido o es comestible.

Antes de consumir un producto, lo mejor es inspeccionarlo visualmente para evitar cualquier riesgo. Según el especialista, es necesario comprobar que la cáscara no esté polvorienta, viscosa o agrietada.

Cualquier aspecto sospechoso puede revelar la presencia de moho. Además, si la cáscara está seca y parece estar en buenas condiciones, rompa el huevo en un recipiente e identifique cualquier decoloración sospechosa.

Por lo general, se trata de un color azul, rosa, negro o verde en la clara o la yema del huevo. De hecho, puede revelar el crecimiento de bacterias que pueden causar intoxicación alimentaria.

Según confirma la doctora Julia Roux, gastroenteróloga, las salmonelas son bacterias que se pueden encontrar en los huevos y en preparaciones a base de huevos crudos o poco cocidos, así como en los productos lácteos.

Estos gérmenes pueden causar salmonelosis, una intoxicación que provoca síntomas como fiebre, diarrea, vómitos e incluso dolor abdominal.

Además, si la yema o la clara del huevo pierden líquido, esto puede indicar que el huevo está viejo pero que quizás no haya alcanzado su límite de uso.

4. Sumerge el huevo en agua.

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