5 formas de saber si un huevo está fresco o podrido

Cada año, varios millones de huevos terminan siendo desechados porque ha vencido la fecha de caducidad.

Los huevos, que son uno de los alimentos saludables para consumir como parte de una dieta equilibrada, pueden durar varias semanas en el refrigerador.

Pero con el tiempo, el huevo puede perder calidad, ya que la bolsa de aire en el interior se expande y las claras se vuelven más líquidas.

En este artículo repasamos algunos consejos que te ayudarán a saber si un huevo aún está en buen estado para comer o si está vencido.

En Francia, casi 10 millones de toneladas de alimentos terminan en la basura cada año.

La gente a menudo prefiere tirar los alimentos cuando la fecha de caducidad ha pasado.

Aunque en Francia se desconoce el número de huevos que acaban desperdiciándose, el medio británico The Guardian, que cita el trabajo de la comunidad antidesperdicio Too good to go, informa de que en Reino Unido 720 millones de huevos acaban en la basura cada año.

La principal razón de este desperdicio es el hecho de que el 77% de los británicos tienen dificultades para saber si un huevo está fresco una vez pasada su fecha de caducidad.

¿Quieres preparar un brunch pero no sabes cuánto tiempo llevan tus huevos en la nevera? No te asustes. Hay formas de saber si son consumibles o no:

Todos los huevos que compras en el supermercado tienen una fecha de caducidad recomendada que aparece indicada en el envase.

Además, la normativa francesa obliga al distribuidor a no vender huevos 7 días antes de la fecha de durabilidad mínima (Ddm) escrita en el envase, como se explica en el sitio web de Femme Actuelle.

Pero si compras huevos de gallinero, no se indica la fecha de consumo recomendada, por lo que debes saber que la fecha de caducidad (DLC) es de máximo 28 días desde el día de la puesta.

Sin embargo, los huevos pueden conservarse en el frigorífico durante un mes después de la fecha de caducidad recomendada, es decir, 58 días después del día de la puesta, si las cáscaras no están agrietadas ni rotas. Conservar los alimentos en condiciones óptimas ayuda a mantener su frescura, evitar el moho y luchar activamente contra el desperdicio de alimentos.

El cumplimiento de la cadena de frío y de los plazos establecidos es necesario para evitar la presencia de organismos patógenos que supongan un riesgo para la salud. Por ello, introducir los huevos en el frigorífico ayuda a conservar su sabor y sus cualidades nutricionales y evita la proliferación de bacterias.

Sin embargo, no conviene lavar los huevos que no se vayan a consumir inmediatamente, ya que se corre el riesgo de que pierdan la película protectora que la gallina deja sobre ellos. Pero si en el envase no figura la fecha de caducidad, es necesario buscar otras formas de saber si están caducados.

2. Huele el huevo

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